El florecimiento de la estructura de IGPM está ligado a la vision de sus fundadoras, Rosalba y Marina, quienes acuñaron la idea de un proyecto que diera, no solo un respaldo económico a las golfistas sino que también fuera empático y solidario con el esfuerzo, la valentía y los retos de cada una.

Situaron el lado humano como epicentro del desarrollo profesional de todas las deportistas que forman parte de la asociación.

El entusiasmo y la pasión de las fundadoras generó una nutrida convocatoria encabezada por Lorena Ochoa, entonces la mejor golfista del mundo, y quien desde el inicio se convirtió en figura clave para IGPM.

La primera edición del torneo proam se celebró en las Misiones en enero de 2008. Del éxito de ese primer evento se formalizó la visión en una asociación civil para dar continuidad a un programa institucional de apoyo para las golfistas profesionales mexicanas.